viernes, 15 de julio de 2011

Para que haya transparencia no basta con eliminar la letra pequeña

La letra pequeña viene siendo motivo de queja por parte de los consumidores desde hace ya bastante tiempo y parece que por fin se empieza a hacer algo, eso sí, solo en la comunidad de Madrid. Ayer leí en el 20 minutos que Madrid quiere eliminar la letra pequeña de las hipotecas para hacer estos contratos más transparentes.  Ante tal noticia me surgen dos interrogantes. El primero parece bastante obvio, ¿por qué solo en Madrid y solo para los contratos hipotecarios? La segunda cuestión que se me plantea es si realmente va a servir de algo. 
El problema de los contratos hipotecarios, al igual que sucede con otros muchos productos y servicios (financieros y no financieros) no es tanto no poder leer la letra pequeña sino comprender los términos de dicho contrato. Las condiciones abusivas de un contrato se pueden camuflar fácilmente a través de farragosos textos llenos de tecnicismos indescifrables para alguien ajeno al sector. Cuando acudes a una entidad financiera ya sea a solicitar una hipoteca, a invertir tus ahorros o a solicitar cualquier otro tipo de producto o servicio confías en que la persona que está al otro lado de la mesa te va a asesorar y a recomendar aquello que más te interesa y te conviene, pero la realidad es que lo que finalmente te llevas es lo que más interesa o conviene al banco o caja de turno.
Los bancos y cajas de ahorros han colocado sin ningún tipo de escrúpulo ni control productos extremadamente complejos a personas que ni los entienden ni los necesitan, fondos de inversión, productos estructurados y por supuesto las tristemente celebres coberturas de tipos de interés, la lista es muy extensa.
Poco a poco se van poniendo cada vez más trabas a este tipo de tácticas, la normativa Mifid se viene aplicando ya desde hace un tiempo aunque aún resulta extremadamente fácil saltársela ya que las entidades se limitan a hacer un sencillo cuestionario al cliente, al que fácilmente pueden orientar para que conteste lo que les resulte más conveniente. 
Parece que poco a poco vamos avanzando, pero aún estamos muy lejos de conseguir la transparencia y honestidad que se presupone deberían tener las instituciones financieras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario